En Miami reinó la calma, cuando Dwyane Wade apareció en la pista del
American Airlines Arena para capitanear el quinteto titular de los Heat.
Los rumores habían situado a Wade fuera 'indefinidamente' del equipo de
Miami por un severo caso de migrañas o inopìnado dolor de cabeza. Con
Wade al frente ("apenas he podido comer en los últimos días y he perdido
mucho peso, pero tenía que estar aquí para ayudar al equipo"), los
Heat, simplemente, trasquilaron a los Sixers: 94-73. Con el rebote
controlado por los Heat (46-40), la defensa de Miami (que ha ganado 17
de los últimos 20 partidos) redujo el acierto total de los Sixers al
34,2% (27/79). "Es fácil, si ellos juegan bien, son mejor equipo que
nosotros, tienen casi 60 victorias y nosotros apenas hemos pasado de las
40, ¿OK?", razonó Doug Collins, inteligente entrenador de los Sixers..

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